Este blog es mi compañero. Mi diario íntimo. Acá vuelco cada cosa, cada interés, mis fotos, mis ilustras.
Pero desde el año 2006 que empecé a escribir en él, muchas cosas han cambiado en la era digital: aparecieron las redes sociales, la gente se empezó a conectar entre si a través de ellas. Muchos las toman como una pérdida de tiempo, otras como algo peligroso; sirve para encontrar a tus compañeros de la primaria, darte cuenta que pelado está tu primer novio o enterarte que está haciendo tu ídolo musical.
De lo que no caben dudas, es de que uno puede mostrar algo y se ve, en ese instante, del otro lado del planeta. Eso me parece fascinante. Porque para mi, y para todos los que nacimos cuando solo estaba el teléfono o el diario para enterarse de las cosas, cuando las cartas llegaban solo a tu buzón, y era el de la puerta de tu casa; poder acceder a la inmediatéz de un mail o de la foto publicada de tu sobrino que nació en la China, eso es magia.
Y muchos aprovechamos esa magia para poder mostrar nuestra producción. La magia hace que un dibujo mío se pueda ver ahora mismo en tu computadora. Vos que no te moviste de tu silla. Vos podés ver y leer lo que otro publica, y comentar: ese feedback esperado. Esa reacción necesaria. Esa aprobación o desaprobación, que eleva o degrada.
Eso es comunicación. ¡Que fantástico!

¿A que venía tanta perorata?

A que tengo una nueva página en facebook: poné ME GUSTA (si es que realmente te gusta)