Como nos marcan las abuelas, que será que tienen… Cuantas cosas nos enseñan, cuanto disfrutamos con ellas, cuanto que las recordamos: un perfume, una anécdota, un sabor… Hoy hace 8 años que mi abuela Ana se mudó a otro barrio. Y todos la extrañamos tanto!!  Read More
Continue Reading
0

Y así estoy, en estos días… Vieron cuando uno toma una brújula (No me digan que nunca tuvieron una, porque ahora hasta en el celular tenemos un dispositivo de esos…) la aguja se mueve, para un lado, para el otro, da varias vueltas hasta que ¡zas! va indicando una dirección… bueno. Así me siento. Mi aguja interior dio varias vueltas, me indicó un camino, otro, no estaba muy segura, pero de a poco se va deteniendo en un sentido. Que no quiere decir que vaya a ser ese sentido para siempre! (para mi las cosas nunca son “para siempre”) Y volviendo al tema de mi brújula interior, en eso anda mi trabajo. Cada día le voy dando más pilas a la tienda: la producción en serie me gusta mucho. Crear, diseñar, ilustrar para productos propios me llena de energía cada mañana, tarde y noche. Ya no hago productos con ilustraciones que tengo hechas sino que produzco especialmente para la tienda. Esto hace que se vaya refrescando todo el tiempo, que nuevas cosas vayan asomando la naríz a través de las ventanas virtuales de mi tienda virtual. No dejando de lado la cosa “hecha a mano”. Si, aunque lleve más tiempo. Pero cada una es especial, cada objeto, cada paquete, es diferente. Aunque los haga siempre de la misma manera. Y a todos nos gusta recibir algo que lleva impreso ese aire. Por que se siente. La tienda crece y yo con ella. Y mi brújula interior me va diciendo que es por acá que tengo que ir. O por lo menos es por acá que me gusta ir… Salud! firma-mail
0

11652175_10206750986872952_1355491006_nTodos, absolutamente todos tenemos superpoderes. Cerrá los ojos. Pensá un segundo.  Es muy probable que tengas más de un poder guardado dentro de tu cuerpo. Es eso que no tienen los demás, ese don que descubriste alguna vez, a lo mejor de casualidad, pero que usaste seguramente en alguna ocasión. Y te sentiste bien, muy bien! A veces esos superpoderes se olvidan, se guardan, como en un cajón de nuestro cerebro, lo mantenemos quietito, inmóvil. Y ese superpoder se va apagando. Desactivando. Durmiendo. Y los superpoderes no se nos entregaron para no usarlos ¡todo lo contrario! Otro tema (y muy distinto) es como los usamos: porque los supervillanos, tambien tienen superpoderes! Pero los usan para el mal. Y no es lo que se supone debería pasar. Pensá. Si la eleccion fuera siempre el bien: ¡que bien!! Sería lo más. Sacá del ropero ese traje de superhéroe que guardás desde hace años. Ponételo. Sentí como la fuerza te invade cuando ponés en funcionamiento tus superpoderes. Sentí como la energía (buena) te recorre cuando usas tus superpoderes (para hacer el bien). Pero hacelo de manera consciente. Obviamente no voy a contar publicamente cual es mi superpoder, no me voy a exponer. Porque si algo tenemos los superhéroes, es el gusto por el anonimato. Ilustración Francisco Quaglia    
0

A partir de una entrevista, pienso:

La infancia es un estado ideal que debería durar un poco más. En muchos aspectos, algunas personas han descubierto esto y tratan de estirar su infancia mas de lo “permitido”. Por eso buscamos excusas para volver a vivir (o vivir por primera vez) experiencias que nos gustaron mucho de chicos: Ir al cine para ver dibujos animados, subirse a una calesita, saltar en la cama. 

Yo trato de representar la infancia como la vivo. Todo lo que se vuelca en mi papel, sobre mi mesa no son mas que experiencias, colores, olores y sabores que llevo en mi memoria, o que transcurren con mis hijos a diario. 

A lo mejor, pienso en este momento y a partir de estas preguntas, represento la infancia de esta manera, porque es una posibilidad que tengo de guardarla, de conservarla en un frasco de vidrio, mirarla de cerca y no dejarla escapar…


1

foto: Ana Troxler

Me parece muy raro estar escribiendo todo esto. Pero siento la necesidad de hacerlo.

Nací y vivo en Rosario, así empiezo siempre mi biografía. Porque eso me define: vivir en Rosario. Es una ciudad muy linda, pero no muy grande: bah, lo suficientemente grande como para que todos nos conozcamos de una u otra manera. En Rosario siempre tenés un conocido del conocido.
Rosario es linda ciudad.

Pero hace una semana se tiñó de dolor.
Un accidente muy grave, de esos que solo pasan en las películas sacudió a la zona y a sus habitantes, y una frazada gris opacó a todos. Las caras se pusieron serias, los corazones apretados, los ojos húmedos.
Todos en Rosario conocíamos a alguien relacionado a ese desastre. Todos pasamos alguna vez por ese lugar, todos comimos en la esquina, caminamos por esa vereda. Todos escuchamos la explosión. Y no porque viviéramos al lado.

Hoy se terminó la búsqueda de las personas que no aparecían.
Mucha gente trabajó. Mucha.
Muchas cosas se dijeron. Muchas.
Gracias a todos los que colaboraron, gracias a todos los que hicieron silencio. Gracias a todos los que informaron. Gracias a todos los que compartieron.

A los mas allegados, a los que les tocó vivir esto mas de cerca: el dolor nunca se va a ir. Solo que uno se acostumbra a convivir con el.

Paz.

11




Etelvina está pelando arvejas.
Con paciencia, abre las vainas una por una.
De adentro saca tres, cuatro, a veces cinco pelotitas verdes.
Las echará en el guiso, naturalmente.
Llega a la vaina número cincuenta y siete. La abre. ¡Oh! ¡Las arvejas no están!
Se fija bien. Revisa todos los rincones de la vaina. No, no están.
Pero dejaron un cartel. Por la letra, tiene que ser de ellas. Dice:
“Nos fuimos a un baile de disfraces. Volveremos tarde”…

Antología – Ed Aique 2013
3

Listo. Decidimos adoptar a un nuevo minino. Extrañamos demasiado a Roberta y ese espacio que dejó, nos hace doler el alma; ningún otro animalito la va a reemplazar, pero nos recomendaron que adoptáramos uno nuevo y eso decidimos.
El complot entre Seba y Mariela hizo que ayer llegara una nueva mascota a casa. Fueron hasta un taller mecánico lejos lejos y lo trajeran de sorpresa. Justo cuando yo pedía por facebook si alguien conocía alguno en adopción!! Coincidencia total.
El tema es que yo tenía dos cláusulas para adoptar:
1) que fuera hembra (Seba lo sabía, pero no sabía como distinguirlo en un minino tan pequeño)
2) que fuera bien diferente a Roberta (eso Seba no lo sabía, pero yo no me imaginaba que el iba a ir a buscar uno.

Y lo trajo. Era idéntica a Roberta! y eso me estrujaba el alma!! No importa.
“Se llama Alicia”, decidimos. y contentos la llevamos al veterinario. El nos dio la noticia: no es Alicia, es Alicio!! Ohhhhhhh dijimos todos.

Anoche no pude dormir pensando en que debíamos hacer.
Hoy a la mañana, llamé a una amiga veterinaria, ella me dijo los pro y los contras de adoptar un gato macho.

Decisión tomada: Alicio vuelve al lugar de donde salió. Mucha pena, mucha culpa. Pero no podía quedarse Alicio…

Lo puse en una caja con un almohadoncito, cerré la caja y lo puse en el asiento de atrás del auto.
Llevé a los chicos al colegio, ellos se despidieron antes de Alicio: “Chau, Alicio, te vamos a extrañar…”

Cuando vuelvo al auto, Alicio se había salido de la caja… me miraba desde el asiento de atrás. Abro la puerta y salta para adelante. Me meto al auto por atrás y cierro la puerta. Cuando quiero salir, tenía el seguro de niños, así que no abría. Me paso para adelante por el medio, y justo en ese momento, Alicio, con su pequeño cuerpito, se mete por un agujero del pedal de freno…

Yo ni sabía que había un espacio ahi! yo ni sabia que cabía un gato adentro del auto, pero adentro adentro, en la parte del tablero!!! Seba me mata, pensé…

Media hora llamándolo. Ya ni lo escuchaba. “Se fue”, pensé. Un chico me ayudó, trató, busco. Nada.
Me tiró el dato de que no había conexión entre el tablero y el motor, así que me animé, y arranqué el auto para llevarlo al mecánico. A unas pocas cuadras. No se escuchó ni “MIAU” cuando arranqué.

Llegué! Cerrado. Ufff. Taller de chapa y pintura enfrente. Pido ayuda. Salen un viejo y un chico. Nuevamente gente adentro del auto, gente panza arriba buscando al gato sin éxito. “Se fue” decían unos. “No está” decían otros. A quien se le ocurre pensar que un gato puede entrar adentro del auto, pero en la parte que no se le ve???

Una hora y media después de buscar al gato sin lograrlo, decido esperar a que abra el taller mecánico, aunque sea para que me diga que hay un lugar por donde se puede haber escapado. Y para no tener que venderlo con el anuncio: “vendo auto con Gato”.

En eso, en el silencio de mis pensamientos y enojada conmigo misma por no querer quedarme con ese hermoso gato, por el solo hecho de recordarme a Roberta, escucho un ruidito, algo se movía ahí adentro. El gato seguía ahí, y vivo!!

Salí a buscar comida, creí que era la única manera de sacarlo y así fue. Una feta de salame (lo único que encontré a esa hora abierto, 3 de la tarde, una almacenera se solidarizó con la causa.

Puse el rollito sobre la alfombra del auto (si, ya se, un asco) y esebicho salió de su escondite al instante.

El final de la historia es que volvió junto a su mamá, al taller mecánico del que salió, (no era el mismo que el que hicimos puerta por hora y media) y a sus hermanos.

Mi intención era llevarme otro distinto (había unos atigrados hermosísimos) y que fuera hembra (seguramente lo eran) pero me dio tanta pena separar a esa familia felina  que me volví a casa con la caja vacía pero el corazón contento…

Gracias a Mariela y a Seba por haber querido aliviar mi pena, me da gusto que hayan pensado en mi.

FIN

Alicio en su casa con mamá y hermanos. (Alicio es el marroncito, su hermano está de espalda.)
2

Verified by MonsterInsights