Las circunstancias

Las circunstancias te llevan a reinventarte.
Y si. No quiero caer en lo trillado, pero así es.

No vienen al caso los motivos, pero por cuestiones familiares que se fueron sumando a la ya conocida #cuarentena, mi espacio de trabajo temporalmente ya no es mi espacio de trabajo.

Varias opciones tuve: salir a gritar por la calle, llorar que quiero mi lugar para trabajar y ordenar mis pensamientos, buscar una alternativa.
Fui por la ultima.
Es que si lo pienso un poquito, es lo que siempre supe: La Casuni no soy yo. La Casuni fue y será el lugar a donde trabajo. Pero no quiere decir que sea mi estudio!! Si viajo, La Casuni va conmigo. Si en el verano voy al club o a la isla, La Casuni también lo hace.

Creo, yendo ahora un poco mas profundo, que cuando le ponemos toda la pasión a una cosa, se nos desprende algo que desparramamos alrededor nuestro. Y a eso le llamamos energía. No es que se nos caiga, sino que la vamos salpicando a nuestro alrededor. La energía de lo que hacemos. La energía de los buenos pensamientos. La energía de nuestro trabajo. Energía de eso que nos gusta tanto pero tanto tanto. Hasta que nos vamos apropiando de ese lugar, y lo vamos invadiendo, no solo con nuestras pertenencias.

Hay espacios que nos recuerdan a alguien, o hasta tienen el olor de quienes lo han habitado. Te pasó?

Hoy quiero mostrarles el espacio en el que estoy desparramando mi energía. Verán que es temporal porque un piano con flota flota, no son parte de lo que yo llamaría un estudio. Pero estas fotos tomadas por Facundo, mi hijo, son el fiel reflejo de que La Casuni es a donde yo puedo trabajar.

Si estás interesad@ en alguna de las pinturas que han nacido en este espacio, hace clic acá

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